Pim Pom, Dadadá, dadadadá... Pim Pom, dadadadá. Mientras escucho estas sílabas sin sentido, gritadas por límpidas mujeres que hacen la colada, no puedo evitar sentir que el vello de mi nuca se eriza.
Voy a desahogarme, como ya hice en un momento de desesperación ante la avalancha repetitiva del monstruoso anuncio de Movistar, o mi compañero Carlos con la inefable campaña de Mixta, en esta ocasión voy a criticar sin animo de disección constructiva, otro anuncio que ronda el mal gusto y la desazón creativa.
Por lo menos, en la versión extendida (que dura más de un minuto) se entiende mínimamente que lo que están haciendo las risueñas mujercillas es crear, uniendo sábanas, jabón y almohadas, una hipercompresa que tan sólo puede apreciarse desde una vista aérea. Luego, bailando por la colina se acercan una esperpénticas bailarinas de rojo. Metáfora harto compleja, que no llego a entender. ¿Pero la menstruación no era de color azul? En fin, las women in red se tumban sobre la hipercompresa, se dan la vuelta y su espalda blanca las hace desaparecer a ojos del espectador. Esto lo entendí tras ver el spot (sin fijarme, faltaría más) unos cincuenta millones de veces, tantas como la repetitiva campaña de Evax haya decidido emitirlo.
Versión extendida del anuncio de Evax
Mal gusto estético, mal gusto en el concepto y mal gusto musical a partes iguales. ¿Alguien da más?
Tranquilo, Evax también creó las cabezonas Tanga Girls, así que seguro que todavía podemos esperar novedades en comunicación que escaparán a nuestras cortas entendederas masculinas.
sábado, 29 de noviembre de 2008
Evax, pim pom dadada... pim pom fuera
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martes, 4 de noviembre de 2008
Patrocinar la Liga Española de fútbol sí tiene precio
Sé que a muchos les parecerá normal. Una gran parte de los aficionados lo verán como una nueva intromisión de la publicidad en territorios nuevos. Primero fue la compañía de internet de banda ancha y telecomunicaciones ONO, que adquirió los derechos del estadio del RCD Mallorca para que pasara a llamarse ONO Estadi en lugar de Son Moix. Bien, fue un paso de gigante que apenas desató polémica de ningún tipo en la península.

Ahora, cuando la primera división de la Liga de fútbol profesional española para esta temporada 2008-2009 pasó a llamarse Liga BBVA muchos nos agarramos incrédulos a nuestros asientos. Ya en la anterior temporada la entidad financiera patrocinó la segunda división con su nombre, pero claro, al tratarse de la segunda división tampoco pasó nada del otro mundo. En esta ocasión el BBVA salta a la división de honor y otorga su denominación al deporte rey de este país. La acción ha costado aproximadamente 60 millones de euros y durará 3 años.
Una acción de comunicación completamente diferente a lo que se había visto hasta ahora y que va a otorgar una gran notoriedad al banco en cuestión. Eso sí, llamar a la segunda división Liga Adelante parece que vaya con recochineo. Y es que, dejando de lado las interpretaciones maliciosas relacionadas con la promoción a primera división, en esta ocasión se denomina a toda una división no con el nombre de una marca, sino con el slogan de una campaña en la que el BBVA lleva años invirtiendo para que los jóvenes vean (o veamos, estoy en esa edad en la que ya no se sabe en que equipo se juega) a la longeva entidad financiera como una compañía cercana y moderna. Sólo hay que ver las campañas de publicidad que se hicieron en su momento en el televisivio espacio Operación Triunfo, que cuenta con millones de espectadores en pleno prime time.
Pues bien, sólo quería que reflexionaramos. Creo que dentro de unos años, alguno de nosotros podría vivir en la Calle Donut o en la Plaza Movistar. Esperemos que no, porque como publicista y creativo, considero que todo tiene un límite. Y la publicidad, nos guste o no, también.

Ahora, cuando la primera división de la Liga de fútbol profesional española para esta temporada 2008-2009 pasó a llamarse Liga BBVA muchos nos agarramos incrédulos a nuestros asientos. Ya en la anterior temporada la entidad financiera patrocinó la segunda división con su nombre, pero claro, al tratarse de la segunda división tampoco pasó nada del otro mundo. En esta ocasión el BBVA salta a la división de honor y otorga su denominación al deporte rey de este país. La acción ha costado aproximadamente 60 millones de euros y durará 3 años.

Pues bien, sólo quería que reflexionaramos. Creo que dentro de unos años, alguno de nosotros podría vivir en la Calle Donut o en la Plaza Movistar. Esperemos que no, porque como publicista y creativo, considero que todo tiene un límite. Y la publicidad, nos guste o no, también.
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