miércoles, 16 de julio de 2008

Pequeños placeres

Nuestra familiarización con la publicidad es exagerada, incluso a veces preocupante. No en vano, la costumbre de vendernos en cualquier situación, ya sea laboral, personal o sentimental, está a la orden del día. Así las cosas, cuando uno ve algún anuncio que sobrepasa lo meramente publicitario y que adquiere una dimensión complementaria lo agradece profundamente.

La relga de oro de cualquier pieza publicitaria es que sea eficaz y en ello insisten constantemente los profesionales. Sin negar la evidencia, un servidor piensa que esa afirmación es una suerte de negación del ámbito artístico-creativo del propio anuncio. En definitiva, es una concepción utilitarista de la creatividad que me resulta excesivamente cerrada. Cuando una creatividad está bien trabajada es eficaz por definición y esa eficacia es, por tanto, un efecto inherente a ese trabajo bien hecho. Cuando un anuncio es concebido de esta manera es, a mi modesto juicio, cuando consigue hacerse valer por sí mismo entre tanto bombardeo cansino. Es cuando un anuncio pasa a ser una verdadera pieza publicitaria, una pequeña obra maestra.


Control Non-Stop 2008

El concepto y la realización del espot son soberbios. Y si lo son es porque se alejan de los estereotipos más manidos en este tipo de productos. Cuando se anuncian preservativos se corre el riesgo de caer en las dos vertientes más facilonas: el mito del latin lover y el lado festivo-cachondo, muy usado por Durex. Ciertamente, los condones son productos que no se han exprimido en exceso en cuestión de conceptos y casi siempre se suele acudir a lo más evidente. Lo más acertado en este caso es que el concepto se crea en función de la generación de sensaciones a través de la música y del montaje, sin necesidad de decir ni una sola palabra. En resumen, el anuncio es un compendio del acto sexual en sí mismo. Si dejamos la abstracción a un lado la conclusión es evidente: Control Non-Stop te garantiza el máximo placer. Concepto, música e imagen son en este caso la misma cosa y por eso al final se llega a un triple clímax al mismo tiempo. El resultado es un anuncio genial y la sensación de que, en ocasiones, la publicidad consigue abstraerse de su propio mundo.

4 comentarios:

Juliàn dijo...

Genial, C.M. Ortega. Como siempre.

Okendo dijo...

Grande!

Carlos Cúper dijo...

Hablando hace un momento del anuncio con otra persona me hecho reparar en un defecto del anuncio. El eslogan es completamente repetitivo. "Tardarás más y llegarás más tarde". Lógicamente, cuánto más tarda en llegar el orgasmo más tarda el acto sexual. El único sentido es el doble sentido con la historieta de las imágenes, pero quizá el eslogan podría estar más trabajado. Aún así, se les perdona.

Juliàn dijo...

"Tardarás más y llegarás más tarde" para mí es perfecto. Esa repetición es buenísima, ya que se puede interpretar cada una de las partes referida al acto sexual o a ser impuntual.